Rusia afirmó este domingo haber destruido la víspera infraestructuras militares en el puerto de Odesa (suroeste), una zona vital para la exportación de granos ucranianos, lo que provocó la indignación de Ucrania y de sus aliados.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski calificó los ataques con misiles sobre el puerto de Odesa de «barbarie rusa», un día después de la firma en Estambul (Turquía) de un acuerdo entre ambos países para desbloquear las exportaciones de cereales.
Turquía, que medió en el acuerdo, aseguró el sábado haber recibido garantías de que Rusia no tenía «absolutamente nada que ver con el ataque» con misiles de crucero, según el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar.
Pero la portavoz de la diplomacia rusa se retractó este domingo al afirmar que los misiles destruyeron una «lancha rápida militar» ucraniana.
Misiles Kalibr destruyeron infraestructuras militares del puerto de Odesa, con un ataque de alta precisión», declaró Maria Zajarova en su cuenta Telegram.
Este ataque pone en riesgo el histórico acuerdo firmado entre Rusia y Ucrania tras meses de negociaciones, y que podría aliviar la crisis alimentaria mundial.
Zelenski afirmó que esto demuestra que no se puede confiar en la capacidad de Moscú para cumplir sus promesas y que el diálogo con el Kremlin es cada vez más insostenible.
Esta aparente barbarie rusa nos acerca aún más a conseguir las armas que necesitamos para nuestra victoria», comentó Zelenski en un mensaje a la nación el sábado.
Según el acuerdo negociado bajo el auspicio del presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, Odesa es uno de los tres centros de exportación de grano designados.
Responsables ucranianos afirmaron que había grano almacenado en el puerto en el momento del ataque, aunque los depósitos no parecen afectados.
Guterres, que presidió la ceremonia del acuerdo el viernes, condenó «inequívocamente» el ataque. El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo que mostraba «el total desprecio de Rusia por el derecho y los compromisos internacionales».
Acuerdo frágil
Una idea en la que también insistió el secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, que considera que «este ataque arroja serias dudas sobre la credibilidad del compromiso de Rusia con el acuerdo de ayer».
Según el gobernador regional Maksym Marchenko, el bombardeo dejó «varias personas heridas», pero no dio cifras ni detalló la gravedad de los heridos.
El convenio sellado en Estambul es el primer gran acuerdo entre las partes en conflicto desde la invasión rusa el 24 de febrero y era esperado con ansias para ayudar a mitigar el hambre que, según la ONU, enfrentan 47 millones de personas adicionales debido a la guerra.
Antes de firmar, Ucrania advirtió que daría «una respuesta militar inmediata» si Rusia viola el pacto y ataca sus barcos o incursiona en sus puertos.
Zelenski, ha dicho que la ONU deberá velar por el cumplimiento del acuerdo, que incluye el tránsito de barcos con granos ucranianos por corredores seguros para evitar las minas en el mar Negro.
Tras el ataque, Turquía reiteró su compromiso en el acuerdo.
Hasta 20 millones de toneladas de trigo y otros granos están bloqueados en los puertos ucranianos, sobre todo en Odesa, por buques rusos de guerra y las minas que puso Kiev para evitar un ataque anfibio.
Zelenski estima el valor de las existencias de granos de Ucrania en alrededor de 10 mil millones dólares.
El ministro ruso de Defensa, Serge Shoigú, dijo a la prensa oficial del Kremlin que espera que el pacto entre en vigor «los próximos días».
Los diplomáticos esperan que los granos fluyan plenamente para mediados de agosto.