Este 13 de julio se estableció el Día Internacional del Sarcoma como una forma de hacer conciencia sobre este tipo de cáncer, que todavía es considerado como poco frecuente.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, este padecimiento solo afecta a entre 1 y 10 personas por cada 100 mil habitantes. De ahí la importancia de hablar sobre su origen y síntomas.
Para conocer más sobre este tipo de cáncer te presentamos los aspectos básico que debemos conocer.
¿Qué es el sarcoma y cuántas variedades existen?
Se trata de un tipo de cáncer caracterizado por un tumor maligno en los huesos y en los tejidos blandos del cuerpo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen más de 150 variedades de sarcomas reconocidas.
Estos sarcomas son generalmente provocados por cambios o mutaciones en el ADN dentro de las células. Entre 75% y 85% de los casos es localizable al momento de hacer el diagnóstico.
El Instituto Nacional de Cancerología (Incan) destaca que el sarcoma se origina en tejidos, como cartílago, hueso o tejido adiposo. Afecta principalmente a niños, jóvenes y adultos jóvenes entre 15 y 35 años de edad.
Los sarcomas pueden localizarse en cualquier parte del cuerpo, pero mayormente se originan en brazos, piernas, tronco, cabeza, órganos internos y el área trasera de la cavidad abdominal, destaca la American Cancer Society.
La Secretaría de Salud enlista los síntomas que generalmente están relacionados a este padecimiento, los cuales siempre deben ser evaluados por especialistas médicos.
Inflamación y dolor localizado en los huesos
Protuberancias que aumentan de tamaño, con o sin dolor
Dolor abdominal progresivo
Vómitos
Heces fecales de color oscuro o negro
Pérdida de peso
Entre los factores que pueden desencadenar este padecimiento están el tener familiares en primera línea con cáncer, haber recibido radiación, un traumatismo severo mal atendido y consumo de tabaco, por ejemplo, destaca el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
¿Cómo se diagnostica el sarcoma y cuál es su tratamiento?
La evaluación para confirmar esta enfermedad siempre debe hacerse con un médico especialista, quien analizará el organismo a través de imágenes, como radiografías o resonancias magnéticas, y muestras de tejido para análisis.
Para su tratamiento es necesaria una cirugía donde se extraigan las células cancerosas que se hayan encontrado. Además de complementarla con radioterapia, quimioterapia, medicamentos e inmunoterapia.
Dependiendo del tamaño del tumor es el tipo de resección que se haga. Por eso también es importante una detección temprana, ya que algunos pacientes deben enfrentar amputación del tejido blando y del hueso cuando la etapa del cáncer está avanzada.
Fuente: Excelsior