Rusia acusó este miércoles a Estados Unidos de «echar leña al fuego» tras el anuncio de la entrega de misiles estadunidenses a Ucrania, para responder a la ofensiva rusa.
Creemos que Estados Unidos echa leña al fuego deliberadamente (…) Estas entregas (de armas) no alientan a los dirigentes ucranianos a relanzar las negociaciones de paz», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En un tono más severo, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Riabkov, consideró que esta nueva batería de ayuda militar «refuerza el riesgo» de un enfrentamiento militar entre Rusia y Estados Unidos.
Cualquier entrega de armas que continúe, o que aumente, refuerza el riesgo (de una deriva de este tipo)», comentó Riabkov en declaraciones a la agencia RIA Novosti, tras ser preguntado por un posible conflicto armado entre Washington y Moscú.
Las negociaciones de paz entre Kiev y Moscú están paralizadas desde finales de marzo, cuando Rusia anunció una retirada de sus tropas de los alrededores de Kiev y anunció que se concentraba en el Donbás, en el este de Ucrania.
Estados Unidos anunció el martes el envío a Ucrania de los sistemas HIMARS (High Mobility Artillery Rocket System), unos lanzacohetes múltiples que se pueden equipar en vehículos blindados ligeros y que tienen un alcance de unos 80 kilómetros.
Aunque no se trata de sistemas de largo alcance, representan un refuerzo significativo de las capacidades ucranianas.
Estas armas forman parte de una nueva batería de ayuda militar estadunidense, valorada en 700 millones de dólares.
Desde el inicio del conflicto, el presidente estadunidense, Joe Biden, vigiló en no aportar una ayuda militar a Ucrania que convierta a Estados Unidos en un país cobeligerante.