CIUDAD DE MÉXICO.
“A Carlos le gustaba espiarme. Me observaba detrás de la puerta cuando me maquillaba o cuando regaba las plantas en nuestro departamento de Londres. Le agradaba verme cuando yo no sabía que andaba por ahí”, confesó ayer Silvia Lemus, esposa durante 40 años del escritor, ensayista y diplomático mexicano Carlos Fuentes (1928-2012).
Durante el homenaje que la UNAM rindió al iniciador del boom latinoamericano, con su novela La región más transparente (1958), para conmemorar su décimo aniversario luctuoso, el 15 de mayo, la periodista evocó sus días como pareja, el gusto compartido por la ópera y las tardes en que él le leía sus cuentos en voz alta.
Leí toda su obra a través de su voz. Nos caíamos bien, es importante caerse bien. Nunca me aburría de escucharlo. Me encantaba estar con él todo el tiempo, en cualquier ciudad. Y eso de que uno es la musa, no, ¿eh?”, aclaró la promotora de la obra del novelista y cuentista.
Él me hacía preguntas, pero breves. No creas que hacía caso a comentarios u opiniones; además, ¡qué le iba yo a decir sobre ese mundo tan de él, tan personal! Era todo un señor escritor”, dijo en la charla que sostuvo con Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural UNAM.
Se casó conmigo cuando tenía 45 años. Él cambió totalmente. Ya no era ese joven lleno de energía e ideas locas. Me tocó uno mejor. Era muy disciplinado. Escribía desde temprano. Ir a la playa era uno de sus placeres. Su maquillaje era el sol. Era formidable”, remató.
Sólo una vez lo vi llorar: cuando descubrimos que nuestro hijo Carlos, recién fallecido, era pintor y vimos algunas de sus obras: ‘Hubiera llegado muy lejos’, dijo con tristeza”, recordó.
Lemus cerró la sesión de cuatro horas que se llevó a cabo en el auditorio del MUAC, en la que se revisó la vigencia de la obra de Fuentes y se invitó a los estudiantes a acercarse a ella a través de lecturas en voz alta, pequeñas dramatizaciones, videos, una mesa de análisis y una conferencia magistral.
En la mesa Carlos Fuentes desde tres territorios: académico, editorial y literario participaron el doctor Tomás Martínez, la editora Mayra González y el escritor Martín Solares.
Se ha hablado con temor y reverencia de su obra. Ya es hora de evocarlo como el autor que provoca infinitos placeres, el que nunca deja de asombrarnos, el que nos hace reír a pesar de abordar temas oscuros de la realidad”, comentó Solares.
La francesa Florence Olivier, experta en la obra de Fuentes, describió el significado de sus personajes y las características de sus novelas a partir de las letras que integran el nombre del autor de 60 novelas. “’C’ de Cervantes, de ciudad, de cine, de cuento. ‘A’ de Aura, de amor, de arquitectura. ‘R’ de revolución, la traicionada por sus propios héroes. ‘L’ de lengua, de lúdico, de Luis Buñuel. ‘O’ del otro que no deja de imaginar. Y ‘S’ de soñar”, sugirió.
Destacó un video en el que escritores de diversas generaciones reflexionaron sobre estos diez años sin Fuentes. Pero Xavier Velasco dijo que dudaba de su ausencia. “No se ha ido, ni se irá”, concluyó.