Pasión de Cristo en Iztapalapa, una tradición que surgió en 1843; este es su origen


En el marco de la 179 Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa, es momento de abrir el baúl de las reminiscencias y señalar que los festejos de Semana Santa de Iztapalapa están reconocidos como Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México desde 2012, cuando Marcelo Ebrard, entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, precisó que era el primer paso para que fuera reconocida internacionalmente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa se ha convertido en una tradición que encierra el fervor y la entrega de sus participantes. E hicieron del Cerro de la Estrella, los templos, plazas y jardines de la alcaldía, el escenario natural para una escenificación que ha traspasado fronteras.

Una pandemia, punto de origen de la Pasión de Cristo en Iztapalapa

El historiador de la Universidad Autónoma de México (UAM), Eliud Santiago Aparicio, durante una ponencia sobre el análisis de las pandemias en México, hizo referencia al cólera que llegó a nuestro país en 1833.

Sobre este padecimiento gastrointestinal, el cual llegó a México en el siglo XIX, se creía que se transmitía a través de los olores, los pantanos y la suciedad.

A los enfermos se les aplicaban sangrías, al igual que infusiones herbarias que contenían menta, además de usarse peyote y opio como remedios”, señaló el historiador.

Fue en ese año, 1833, que esta epidemia azotó a Iztapalapa. Por aquellos días los pobladores afectados y preocupados por la epidemia, invocaron a la imagen de Cristo en sus respectivas ermitas de los barrios. Algunos, en procesión, encaminaron sus pasos al santuario del Señor de la Cuevita. El ruego era que terminara la ola de muerte que se cernía entre sus familiares. A los pocos días, según cuenta la historia, la mortandad por el cólera cesó.

En 1843 se cimentó tradición de la Pasión de Cristo en Iztapalapa

Tras la epidemia y aún con el dolor de las muertes, en 1843 en el Cerro de la Estrella o Huizachtepetl se empezó a conmemorar la Pasión de Cristo.

Según referencias históricas, se tienen referencias de que en San Lorenzo, uno de los pueblos de Iztapalapa, el Cristo invocado los favoreció con un agua milagrosa. Se afirma que al pie de un ahuehuete brotó un manantial y con el agua que de ahí emanó curaron a los enfermos y a la gente de los pueblos del sur.

Una versión distinta

La modificación de escenarios, los papeles que se heredan, la elección de la joven y el varón que representarán a Jesús y María, así como los pasajes de la vida de Cristo que van agregando año con año, y los diferentes personajes que le dan vida a esa escenificación la hacen diferente en cada representación. Además de que la cruz, es importante decirlo, tiene un peso promedio de 90 kilogramos.

Es tan importante la Pasión de Cristo que en 1867, Benito Juárez protegió la escenificación. Y en 1914, existen datos de que el general Emiliano Zapata prestó los caballos de su ejército, así como la ayuda económica para su realización. Así de importante es la Pasión de Cristo.

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