A pocos días de que se inaugure en forma oficial el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en la Base Aérea Militar de Santa Lucía en Zumpango, Estado de México; esto es lo que se sabe de la torre de control.
La torre de control del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles (AIFA) tiene de basamento una circunferencia de 60 metros de diámetro, una cimentación de 5 mil toneladas y esta soporta el peso de la torre de mil 800 toneladas.
Su construcción inició en octubre de 2019, es una estructura con un fuste de 83 metros de altura, rematado con la cabina de operaciones que da un total de 89.3 metros de alto.
Esta torre es considerada la segunda más alta de todo el país, solo después de la de Cancún que mide 96 metros.
La torre fue hecha con un concepto prehispánico, justo el basamento en forma de circunferencia representa el chimalli, es decir el escudo, y el macuahuilt que es en sí la torre, es el mazo o espada de ataque hecha de maderas de obsidiana, estos dos instrumentos eran utilizados por los guerreros águilas de la cultura mexica, el guerrero era el líder y quien defendía al pueblo.
El chimalli está representado por los edificios adosados.
En la parte del fuste están el mango o macuahuilt, y las obsidianas están representadas por los triángulos.
El fuste de la torre de control está hecho de acero. El acero se recopiló de lo que era el aeropuerto de Texcoco.
La torre de control tiene tres edificios adosados donde se encuentran la parte administrativa, la parte académica (ahí hay un simulador) y la parte recreativa donde hay dormitorios, una cafetería, un comedor y canchas deportivas que principalmente serán destinadas para momentos de esparcimiento de los controladores aéreos.
En la parte de cabina, que es la más importante de la torre, hay cristales inclinados y colocados a 18 grados para evitar reflejos solares y que cuando llueva el agua corra lo más rápido posible y en todo momento se pueda tener visibilidad al menos a un 90%.
Desde la cimentación la torre se hizo con mano de obra 100% mexicana.
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles S. A. de C. V. y Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo (Seneam) firmaron un convenio de colaboración en el que, a partir del primero de enero, éste desconcentrado ocupa las instalaciones de la torre de control e inicia la prestación de servicios de navegación aérea. Por cierto, en la torre de control se realizan el 100% de las operaciones militares.
Así, desde enero comenzaron con actividades para garantizar la operación al 100% en los vuelos civiles, se realizan pruebas y se monitorea la navegación aérea.
También el AIFA detalló que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), a través de la Agencia Federal de Aviación Civil publicó el 30 de diciembre de 2021 el inicio de los servicios de información de vuelo de aeródromo, automático de información terminal, radio ayudas a la navegación y telecomunicaciones aeronáuticas, emisión de informes y pronósticos meteorológicos, así como los procedimientos de operación con la Base Aérea Militar Número 1.
El controlador de tránsito aéreo y supervisor de Torre de Control México, Octavio Carrera, explicó que un grupo de controladores trabajan diariamente para las operaciones y en capacitación para el inicio de las civiles, el próximo 21 de marzo.
Señaló que hay alrededor de 17 controladores que ya están trabajando de manera diaria, son tres o cuatro controladores por día, y uno más en la noche. “En la torre de control Seneam SICT (Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes) damos el servicio al aeródromo (Base Militar) para el Felipe Ángeles”, dijo.
Tanto los radares de marca Thales, como la tecnología con los que contará el AIFA ya se están sometiendo a prueba y otros se instalarán este año.
La torre de control es la única instalación del AIFA que ya fue construida para dar servicio a un proyecto que, en 30 años, contempla tres pistas civiles y una militar.
Está hecha para trabajar en sus tres etapas; es decir, el 21 de marzo se inaugurará su primera etapa de construcción, en 15 años la segunda y hasta el 2052 la última etapa. Para todas las etapas, la torre de control será la misma, sería muy complicado estarla ampliando o elevando, señaló el coronel Benito Pavón Varela, integrante del Grupo de Ingenieros Militares de la Sedena.