Por no presentar su declaración patrimonial y de intereses, quedó inhabilitado el exdiputado Sebastián Reyes Arellano. Quedó claro que este personaje, llegado a la Legislatura 64 por Morena y que después brincó al PAN, algo esconde y por eso prefirió burlar la ley, que en su momento juró cumplir y hacer cumplir.
El procedimiento, impulsado por la Contraloría Interna del Poder Legislativo, a cargo de René Buenrostro Hernández, dio como resultado que el exlegislador Arellano Reyes fuera sancionado con la inhabilitación por 12 meses para desempeñar cualquier cargo público. Queda asentado el antecedente de que ahora sí se aplica la ley y se espera que haya más sancionados.
El castigado, quien en su momento juró ante la Constitución respetar la ley, hizo todo lo contrario y, además de traicionar al partido que lo llevó al Congreso, les da la espalda a los ciudadanos al no transparentar sus ingresos al finalizar su encargo como diputado, lo que da pie a muchas especulaciones sobre su situación patrimonial.
Queda esperar quiénes serán los siguientes que le harán compañía a Reyes Arellano, pues no hay duda de que no será el único. Entonces todos se sentían poderosos e ilusamente creían que nunca serían alcanzados por la justicia, pero a cada capillita le llega su fiestecita.