El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo estar dispuesto a colaborar en el proceso de solicitud de extradición presentada por Estados Unidos por señalamientos de narcotráfico.
Hernández divulgó un audio en el que mandó un mensaje a todos los que lo «han acompañado con sus oraciones, con sus buenos deseos (…) No es un momento fácil. A nadie se lo deseo».
La Policía Nacional, a través de mis apoderados, ha recibido ya el mensaje que estoy presto y listo para colaborar y llegar voluntariamente con su acompañamiento en el momento en que el juez natural, que designe la honorable Corte Suprema de Justicia así lo decida, para poder enfrentar esta situación y defenderme», añadió.
La Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Honduras designará este martes al juez que deberá resolver el caso.
La residencia de Hernández, que entregó el poder el 27 de enero a Xiomara Castro, amaneció rodeada de un fuerte contingente policial instalado desde la noche del lunes, cuando trascendió el pedido de su extradición.
El abogado de Hernández, Hermes Ramírez, denunció en el telenoticiero TN5 que su representado estaba siendo objeto de «atropellos» al ser rodeada su vivienda por el cordón policial, impidiendo el acceso de sus asesores.
Decenas de personas llegaron con pancartas para celebrar frente su residencia.
En tanto, en otras ciudades del país, hubo gente que salió a las calles con altoparlantes que emitían a todo volumen con una pegajosa canción que versaba «Juancho va para Nueva York», según videos que circularon en redes sociales.
El abogado Félix Avila, quien se identificó como miembro de la defensa de Hernández, dijo en un video esperar que el juez que sea designado tome «las decisiones conforme a lo que establece la Constitución» sobre las «extradiciones».
Tras entregar el poder, Hernández, conocido por sus iniciales JOH, fue juramentado como diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), un beneficio al que acceden todos los expresidentes de la región al dejar el cargo.
Agentes custodian la casa de Hernández en Tegucigalpa desde la noche del lunes, cuando trascendió el pedido de su extradición. (Foto: AFP)
Y pese a que sus abogados afirman que ello le otorga inmunidad, varios analistas señalan que carece de ese privilegio porque no goza de ese beneficio en su país.
En cualquier caso, los estatutos de la asamblea regional indican que «a solicitud de las autoridades competentes del país», el Parlacen «podrá levantar y suspender las inmunidades y privilegios de sus Diputados».
Corrupción y narcotráfico
El jefe de la diplomacia estadunidense, Antony Blinken, dijo la semana pasada que Hernández había sido incluido el 1 de julio de 2021 en el listado de personas señaladas de corrupción o de socavar la democracia en Centroamérica, por lo que había ordenado «las restricciones de visa contra el expresidente (…) debido a actos corruptos».
Fiscales de Nueva York señalaron a JOH de tener lazos con el narcotráfico durante el juicio contra su hermano, el exdiputado «Tony» Hernández, quien fue condenado en marzo de 2021 a cadena perpetua por ese delito.
Fiscales estadunidenses se refirieron al exgobernante como «co-conspirador» y afirmaron que convirtió a Honduras en «narcoestado».
Hernández afirma que Estados Unidos lo señala en base a «declaraciones de narcotraficantes y asesinos confesos» que fueron extraditados por su gobierno.
El 8 de febrero otro narcotraficante hondureño, Geovanny Fuentes Ramírez, fue condenado en Nueva York a cadena perpetua y una multa de 151.7 millones de dólares por enviar a Estados Unidos «toneladas» de cocaína en connivencia con altos cargos políticos, entre ellos el expresidente Hernández.
Fabio Lobo, hijo del expresidente de Honduras Porfirio «Pepe» Lobo (2010-2014) -del Partido Nacional, el mismo que los Hernández- fue condenado a 24 años de cárcel en Nueva York en 2017 por ayudar a traficar 1.4 toneladas de cocaína a Estados Unidos.