El puente Ambassador, un importante paso fronterizo entre Estados Unidos y Canadá, reabrió a última hora del domingo tras casi una semana de bloqueo por camioneros que protestaban contra las restricciones anticovid, luego de una intervención policial que arrojó cerca de una treintena de arrestos.
El bloqueo de ese puente que une a la ciudad canadiense de Windsor con la estadunidense Detroit, por donde pasa aproximadamente el 25% del comercio entre ambos países, obligó a los fabricantes de automóviles de los dos lados de la frontera a detener o reducir la producción.
El puente Ambassador está ahora totalmente abierto, permitiendo de nuevo el libre flujo comercial entre las economías canadiense y estadounidense», dijo la Detroit International Bridge Company en un comunicado.
Los Servicios Fronterizos de Canadá confirmaron la reapertura en Twitter, aunque dijeron que «no se recomiendan viajes no esenciales».
La policía había comenzado el sábado a despejar el puente retirando con éxito los camiones. Pero algunos manifestantes permanecieron, lo que extendió la situación e impidió el tráfico.
Pero el domingo, la policía logró despejar el paso tras el arresto de entre 25 y 30 personas.
Habrá tolerancia cero a la actividad ilegal», advirtió la policía de Windsor, en la provincia de Ontario.
«Graves consecuencias»
Washington había presionado la semana pasada al gobierno canadiense a recurrir a los «poderes federales» para poner fin al bloqueo con «graves consecuencias» para la economía estadunidense, debido a la importancia del comercio que transita por el puente Ambassador.
Mientras la policía actuó para despejar el paso el fin de semana, los funcionarios estadunidenses elogiaron la acción «decisiva».
Antes de la reapertura del puente, la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall, dijo que Estados Unidos y Canadá reconocieron «el imperativo de tomar medidas rápidas y enérgicas y disuadir futuros bloqueos».
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, subrayó que «este conflicto debe terminar», aunque enfrentó críticas por no haber actuado con mayor decisión.
Los camioneros se habían reunido originalmente en Ottawa, la capital, para exigir el fin al requisito de vacunación que afecta a los conductores que cruzan la frontera.
Pero el movimiento se extendió y los manifestantes finalmente pidieron el fin de los mandatos de vacunación impuestos tanto por el gobierno federal como por los gobiernos provinciales.
Ottawa bajo acecho
Ottawa ha sido epicentro de las protestas. El sábado, la policía dijo que unos 4 mil manifestantes seguían ocupando el centro de la ciudad, en el tercer fin de semana del movimiento.
El ambiente entre los manifestantes era mayormente festivo, con música, baile y el sonido constante de bocinas, pero el ruido, la obstrucción y, a veces, un comportamiento grosero y agresivo, afecta a los comercios de la zona y enfurece a los residentes.
En respuesta, las autoridades de Ontario declararon el viernes un estado de emergencia, mientras que la corte suprema provincial ordenó a los camioneros poner fin al bloqueo.
No obstante las quejas y las molestias, la movilización de los camioneros muestra un importante impacto, pues según un sondeo de opinión, cerca de una tercera parte de los canadienses apoya el movimiento de protesta.