Al menos 11 personas murieron al volcar un pequeño autobús repleto de personas, incluidos niños, que iban a una fiesta en el sur de Filipinas, informó el jueves la policía.
El vehículo se dirigía el miércoles a un centro turístico en una playa de la isla de Mindanao para asistir a una fiesta de Navidad, que había sido aplazada. El conductor perdió el control después de que, al parecer, le fallaran los frenos en un tramo de carretera cuesta abajo.
Cerca de 50 personas iban apiñadas en el autobús, cuando se desvió de la carretera y chocó contra un árbol. A continuación, el vehículo volcó sobre un montón de rocas, dijo Teodoro de Oro, el jefe de la policía municipal de Balingasag.
Once personas murieron, entre ellas un niño de tres años, dijo De Oro, añadiendo que la policía estaba tratando de confirmar otras tres muertes.
Otros pasajeros resultaron heridos, entre ellos una docena de niños, según la misma fuente.
El conductor, que también resultó herido y trató de huir tras recibir tratamiento médico, fue detenido.
Los accidentes mortales en la carretera son habituales en Filipinas, donde los conductores suelen saltarse las normas y los vehículos sin mantenimiento o al límite de su capacidad.