El gobierno de Sudáfrica anunció una reducción de las medidas de control adoptadas para contener la pandemia de covid-19 y, tras la publicación de informes alentadores sobre los efectos de la variante Ómicron, ha decidido eliminar las pruebas y las cuarentenas para los contactos asintomáticos de positivos.
El Ministerio de Sanidad sudafricano actualizó sus directrices para señalar que «la estrategia de contención ya no es apropiada» en la fase actual de la pandemia, por lo que opta en cambio por dirigir sus esfuerzos a la población contagiada, de acuerdo con el portal News 24.
El gobierno ordenó el cese inmediato de todos los trabajos de rastreo, de tal manera que los contactos de casos positivos solo se hagan una prueba si desarrollan síntomas compatibles con la covid-19.
La única excepción a esta nueva normativa tiene que ver con brotes o lugares donde se haya registrado un repunte de los contagios, en los que las autoridades sí podrían volver a promover cribados o cuarentenas.
Para introducir los nuevos cambios, las autoridades han esgrimido los costes sociales y económicos de los aislamientos indiscriminados, así como las investigaciones que apuntan que la variante Ómicron sería más contagiosa pero menos peligrosa que sus predecesoras.
El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas aseguró esta semana que la probabilidad de terminar en el hospital descendía hasta en un 80 por ciento si se comparaba con los datos de la variante Delta.
