En México se estima que hay 78 mil amputaciones al año, pero sólo uno de cada 10 personas pueden usar un medio de apoyo, por su costo o porque no tienen acceso, es ahí donde el trabajo del doctor Raide Alfonso González Carbonell cobra una importancia relevante al buscar brindar comodidad y evitar la lumbalgia.
El investigador de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) en Juriquilla dijo que tras la amputación se presenta una discapacidad secundaria sustancial que es la lumbalgia, el dolor en la espalda baja.
Para que nos demos una idea, del 52 al 89% de las personas con una amputación presentan lumbalgia. Lo que investigamos desde la UNAM es analizar las causas que predisponen la lumbalgia; trabajamos con el Crimal (Centro para Rehabilitación Integral de Minusválidos Del Aparato Locomotor) en Querétaro y empezaremos a trabajar en el CRIQ, con personas de 18 a 65 años”, explicó el doctor González Carbonell.
Hay varias causas de la amputación, la más importante enfermedades vasculares, el 81%, traumas, 16% y tumores o congénitas el 3%.
La biomecánica de la marcha es una de las afectaciones que deriva en lumbalgia. Nosotros nos apoyamos en en la cinemática los tipos de movimiento y cinética del movimiento, donde analizamos la fuerza con un sensor en la zona lumbar”, explicó el doctor.
Los movimientos en una persona amputada presenta asimetría en sus movimientos al tender a usar más el miembro inferior completo.
Al observar cómo camina una persona con amputación, el movimiento es distinto; cuando apoya la prótesis su apoyo es más corto que al usar su extremidad sana, lo que causa la asimetría, además de que los músculos de la columna y abdomen se activan asimétricamente”, compartió el doctor.
El investigador dijo que están abiertos a trabajar con personas que usan prótesis para tomarlos en cuenta en la investigación.
Quienes participen en el programa tendrán un diagnóstico objetivo, con mediciones de sus movimientos para poder recomendar una terapia física; pero el compromiso es entregar el reporte de los datos, además de que al participar va a contribuir al desarrollo científico de él mismo y de otras personas”, destacó el profesor de la ENES, Unidad Juriquilla de la UNAM.
El estudio no tendrá costo y muchos pacientes del Crimal van a poder tener acceso, además de ampliarlo al resto de la población que tenga la amputación de una extremidad inferior.
En la etapa inicial ya se hicieron pruebas piloto, la pandemia nos frenó un poco, ya que la movilidad está reducida, pero esperamos atender un número mínimo de 36 participantes, pero mientras más tengamos es mejor”, dio a conocer el doctor Raide González Carbonell.
El ser humano es un ente plástico que se adapta a nuevas condiciones, pero si se detecta la asimetría, que es la causa del dolor, el paciente aprenderá a hacer sus nuevos movimientos, caminará mejor y sobre todo evitará la lumbalgia.
El proyecto contribuirá también a las terapias físicas de rehabilitación, al diagnóstico y a la efectividad del tratamiento, es poner a la ciencia al servicio de la biomecánica de los movimientos”, finalizó el doctor González Carbonell.