Cinthya Trinidad/
Jacobo, el pequeño que casi muere por comer pan envenenado, recibió el alta médica y fue trasladado junto a su mamá doña Hermila, a su natal San Antonio en Soteapan.
A través de redes sociales, lo anterior fue informado por el titular de la Secretaría de Salud, Roberto Ramos Alor, quien dio detalles de la ruta que se siguió para que Jacobo retornara a casa.
Es de recordar que este caso causó mucha consternación debido a que el pequeño ingirió pan con veneno y eso le costó la vida a su hermana, él pudo ser atendido y aunque se debatía entre la vida y la muerte, su recuperación se logró.
El pequeño de sólo siete años permaneció hospitalizado una semana en el Hospital Regional de Coatzacoalcos, posteriormente fue trasladado al Puerto de Veracruz donde recibió atención en el Centro de Alta Especialidad.
«Hoy Jacobo, fue dado de alta y a indicaciones del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, lo llevamos a él y a su mamá doña Hermila a su natal San Antonio en Soteapan. El traslado fue en una aeronave de gobierno estatal al aeropuerto internacional de Canticas y de ahí en ambulancia de alta especialidad de SESVER a su hogar».
Jacobo va a continuar en vigilancia médica, para asegurar que no hubo secuelas por el veneno que ingirió.
Fue un equipo multidisciplinario de médicos que lograron salvar la vida del niño, quien logró reponerse del químico con que se impregnó el pan que los hermanitos mordieron.