Día de un postre sencillo, pero imposible. ¡Ah, caray! Si vamos a la lógica, no puede ser imposible; sin embargo, lo es. Estamos hablando del ‘chocoflan’ o tarta mágica o pastel imposible…
¿Por qué le dicen pastel imposible si no lo es?
Se denomina pastel imposible porque durante el procedimiento se coloca primero la mezcla de pastel y después la de flan, pero cuando se hornea los lugares se invierten.
El valor de la lógica de lo imposible
¿Acaso el pastel imposible surgió de la ilusión de los maestros de la repostería? No sería descabellada la hipótesis. En la “Lógica de lo imposible”, de Cía Mago Hodei Magoa… “Hay una regla y es que no hay nada inalcanzable”.
Toma nota de esta referencia
¿Sabías cuánto dura el proceso para realizar el famoso pastel imposible? De acuerdo con los reposteros de Larousse y Nestlé: entre 105 y 112 minutos; algunos más señalan 45 minutos.
Resulta curioso que el show de Hodei es un espectáculo con una producción en que durante más de una hora “lo imposible se puede hacer realidad”.
Escapes imposibles, partes del cuerpo que se cortan en pedazos, adivinaciones inimaginables e incluso un gran número en el que todo el público participará y sentirá la magia”. Igual que nuestro pastel imposible.
Pero… y el postre imposible
No te me desesperes. Primero, veamos su origen. Nadie la sabe. Nadie lo supo. Ningún repostero sabe decirte donde surgió. Te hacen referencia a Latinoamérica, Italia y dicen que México lo perfeccionó; pero algo ha de tener de interés para algunos.
Veamos las estadísticas en Google al 23 de junio.
Pastel imposible: 8,110,000 resultados
Tarta mágica: 7,660,000 resultados
Chocoflan: 940,000 resultados
Ahora en Google Trends
Pastel imposible: entre el 20 y 26 de junio 8 referencias
Tarta mágica: ¡Uy! Ni apareció
Chocoflan: entre el 20 y 26 de junio 38 referencias, siendo Tamaulipas el más interesado.
No te me desanimes. Nos interesa el postrecito, ¿verdad?
¡Postre! ¡Postre!
Ahí van todo lo que necesitas para este postre “cómico”, mágico y “musical”…
Pues bien, para el pan, necesitamos:
100 ml de leche
125 ml de aceite
5 huevos
1 cucharada de esencia de vainilla
200 gramos de harina
225 gramos de azúcar
50 gramos de cocoa
7 gramos de polvo para hornear
Y para el flan:
500 ml de leche
200 gramos de azúcar
1 vaina de vainilla abierta por la mitad a lo largo
1 raja de canela de 10 cm aproximadamente
4 huevos
Opcional para el final:
200 gramos de cajeta
Modo de preparación:
Manos a la harina.
Iniciemos por batir en un tazón la leche con el aceite. Enseguida, procedamos a agregar los huevos y la esencia de vainilla.
Procedamos a cernir en un recipiente el resto de los ingredientes y tras hacerlo, se agregamos a la mezcla anterior en tres partes, hasta obtener una mezcla homogénea de color uniforme y sin grumos. ¡Listo!
Ahora nos encargaremos del flan
Iniciemos por mezclar en un recipiente o tazón la leche, el azúcar, la vaina de vainilla y la canela.
Ahora pongamos la mezcla en la estufa, moviendo constantemente hasta disolver el azúcar.
Logrado este paso, retiramos el recipiente del fuego; aprovechamos para quitar la vaina de vainilla y la raja de canela.
En otro recipiente batimos los huevos; agregamos leche caliente mientras estamis batiendo, hasta verter toda la leche caliente cuando la mezcla de huevos esté templada. ¡Listo!
Viene la magia:
Vamos a precalentar el horno a 180 °C.
En un molde de rosca de 23 centímetros le untamos la cajeta. Y ahí va lo de la lógica de lo imposible. Se vierte la mezcla del pan en el molde. Y lentamente vamos a agregar la mezcla de flan, cuidando que no se mezclen ambas partes.
Ahora cubriremos el recipiente con papel aluminio y lo vamos a introducir al horno. Ahí permanecerá por espacio de una hora. Tras este tiempo lo sacamos y vamos a desmoldar… ¡Y listo! Quedó el pastel imposible que sí es posible.