ROMA, Italia./
El Barcelona, el Real Madrid y la Juventus defendieron la puesta en marcha de la Superliga, denunciando las «amenazas» de la UEFA, que el viernes sancionó a los otros nueves clubes en el origen de este proyecto que se opone a la Champions League.
A pesar de la retirada de los otros nueve clubes del proyecto; Barcelona, Real Madrid y Juventus quieren «perseverar en la búsqueda de soluciones adecuadas, a pesar de las inaceptables presiones y de las amenazas por parte de la UEFA», según un comunicado publicado por los tres clubes.
«Lamentamos profundamente que nuestros amigos y socios fundadores del proyecto de la Superliga se encuentren inmersos en una postura incoherente -e inconsistente- tras asumir en el día de ayer ciertos compromisos con UEFA», añadieron.
La UEFA anunció el viernes una serie de sanciones, principalmente económicas, a los nueve clubes que anunciaron su retirada (Tottenham, Arsenal, Manchester City, Manchester United, Chelsea, Liverpool, Atlético Madrid, Inter de Milán y AC Milán), tras un acuerdo en el que se «disculparon» y reconocieron «un error».
La confederación europea añadió que se reserva «el derecho de tomar todas las medidas que considere apropiadas contra los clubes que han rechazado hasta el momento renunciar» a su proyecto privado.
Barcelona, Real Madrid y Juventus estiman que están en su derecho de lanzar la competición afirmando que «los tribunales ya se han pronunciado a favor del proyecto de Superliga».
En el fondo, los tres clubes defienden el objetivo de su iniciativa, «aportar soluciones a la situación insostenible que atraviesa actualmente la familia del futbol» por lo que «reformas estructurales son indispensables».
Reconocen ser «plenamente conscientes de la diversidad de reacciones, en muy diversos ámbitos, que ha producido la iniciativa de la Superliga y, en consecuencia, de la necesidad de reflexionar sobre los motivos que han generado dichas reacciones y reconsiderar el planteamiento propuesto en lo que resulte necesario».
«Sin embargo, incurríamos en una grave irresponsabilidad si, siendo conscientes de las necesidades y crisis sistémica del sector del futbol, circunstancia que nos llevó a anunciar la Superliga, abandonáramos nuestra misión de aportar soluciones eficaces y sostenibles», añadieron.
Finalmente, reiteraron su disponibilidad para «debatir» con las instancias dirigentes, «en el respeto y sin presiones intolerables».