CIUDAD DE MÉXICO./
La mirada precisa, incisiva, sorprendente de Marco Antonio Cruz (1957-2021), quien supo rescatar la belleza de lo cotidiano y focalizar lo terrible de la vida, se ha cerrado. Ayer murió quien era considerado uno de los mejores fotógrafos mexicanos contemporáneos, tras ejercer su carrera durante 41 años.
La revista Proceso, en donde era coordinador de fotografía, informó en su cuenta de Twitter. “A bordo de su amada bicicleta, falleció aparentemente víctima de un paro cardiaco Marco Antonio Cruz. Una pérdida terrible para el fotoperiodismo y para el arte fotográfico mexicano”.
Nacido en Puebla, aunque pintor de formación, Cruz se inició en la fotografía con el fotoperiodista Héctor García (1923-2012); desde 1979 trabajó en diversas publicaciones y en 1984 creó la agencia Imagenlatina. Nicaragua, la Ciudad de México, el terremoto de 1985, el movimiento zapatista en Chiapas y los cafetaleros fueron temas de su interés.
“Los pies de Judas en la pasión de Iztapalapa (1986), una de las imágenes más poderosas del fotoperiodismo mexicano. Su autor, Marco Antonio Cruz, ha muerto hoy (ayer) y la fecha es de una coincidencia fatal”, añadió el escritor Edgardo Bermejo en la misma red social.
“Indiscutiblemente uno de los más grandes fotógrafos mexicanos que han existido, que la historia le dé el lugar que se merece. Nunca olvido una charla que tuve con él al entregarle mi Leica análoga M6”, recordó el fotógrafo Fernando Aceves.
Sus colegas se despidieron compartiendo en redes las mejores gráficas de Cruz.
Muestras fotográficas
Entre sus exposiciones están: Nicaragua. Testimonio fotográfico de tres fotógrafos mexicanos (1985) y Memorial del Tiempo y Días de Guardar (1989).
