MINNEAPOLIS/
El pasado miércoles se mostraron al jurado las impactantes imágenes de las cámaras corporales de los policías acusados de matar a George Floyd, un hombre negro de 46 años cuya muerte provocó protestas contra el racismo en todo el mundo.
Los vídeos grabados por las cámaras de los cuatro policías implicados en la detención de Floyd el 25 de mayo de 2020 fueron presentados por los fiscales en el tercer día del juicio del expolicía de Minneapolis Derek Chauvin.
El exagente de 45 años está acusado de asesinato y homicidio involuntario por su intervención en la muerte de Floyd, el 25 de mayo de 2020.
Los vídeos muestran el momento en que Floyd es detenido por supuestamente utilizar un billete falso de 20 dólares en una tienda. También sus desesperadas súplicas de «no puedo respirar» mientras es inmovilizado boca abajo en la calle por los agentes.
Los otros tres policías implicados, Alexander Kueng, Thomas Lane y Tou Thao, serán juzgados en agosto por «complicidad de asesinato».
El vídeo de la cámara corporal de Lane muestra a Floyd diciendo «por favor, no me disparen» mientras es sacado de su auto fuera de la tienda donde pagó un paquete de cigarrillos.
Floyd es esposado y llevado a un automóvil policial donde se angustia cada vez más y forcejea con los agentes que intentan meterlo en la parte trasera del vehículo.
«Soy claustrofóbico, hombre», dice Floyd repetidamente. «¿Por qué me haces así? No me hagas esto».
Después de que Floyd cae del auto a la calle, entre tres agentes lo inmovilizan y Chauvin se arrodilla sobre su cuello.
La cámara corporal de Chauvin se desprende en el forcejeo y cae bajo el vehículo, pero las cámaras de los otros agentes siguen funcionando.
Floyd dice repetidamente que no puede respirar. «Mamá, te quiero», dice. «Me duele el estómago, me duele el cuello».
En un momento dado, uno de los agentes dice «creo que se ha desmayado» y pregunta si deberían «ponerlo de lado».
Las imágenes de las cámaras corporales continúan hasta que llega una ambulancia y lleva a un Floyd inconsciente al hospital, donde fue declarado muerto.
«INCREDULIDAD Y CULPA»
Además del vídeo de las cámaras corporales, el proceso judicial contó el miércoles con el emotivo testimonio de un joven cajero de una tienda que dijo que se arrepentía de haber aceptado el billete falso de 20 dólares de Floyd.
«Si sencillamente no hubiera aceptado el billete, esto podría haberse evitado», lamentó Christopher Martin.
Martin, de 19 años, contó en el juicio que supo enseguida que no era un billete legal, pero que lo cogió igualmente.
«Pensé que George no sabía realmente que era un billete falso», relató. «Creí que le estaba haciendo un favor».
«Lo tomé de todas formas y pensaba anotarlo en mi cuenta», afirmó, refiriéndose a que la cantidad habría sido restada de su salario. «Me ofrecí a pagarlo».
Pero el cajero le comentó igualmente al responsable de la tienda lo que había ocurrido y éste llamó a la policía.
Martin, de su lado, describió que Floyd parecía estar bajo influencia de drogas o alcohol cuando entró en la tienda, pero que fue «muy amigable, cercano y hablador».
«Parecía estar pasando un Memorial Day [día feriado en Estados Unidos] normal, solo viviendo su vida», relató. «Pero parecía drogado».
Eric Nelson, el abogado defensor de Chauvin, expuso en los argumentos de apertura que la muerte de Floyd estuvo originada por las drogas y por sus condiciones médicas previas, y no por asfixia.
Martin contó que salió de la tienda cuando escuchó «gritar y chillar» fuera.
«Vi [a Chauvin] con su rodilla en el cuello de George en el suelo», explicó. «George estaba inmóvil, flácido».
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En las imágenes de una cámara de vigilancia presentada al jurado, se ve al joven empleado, impactado, poniéndose las manos sobre la cabeza.
Al fiscal, quien le preguntó qué sentía en ese momento, le respondió con la voz embargada por la emoción: «incredulidad y culpa».
También declaró el miércoles Charles McMillian, de 61 años, que dijo que pasaba por allí ese día y se paró a ver qué ocurría.
Al ser el primer espectador en la escena, puede ser escuchado en el video diciéndole a Floyd, ya esposado, «no puedes ganar» e instándole a que entrara en la parte trasera del automóvil de la policía.
McMillian comenzó a sollozar mientras se reproducía el vídeo, quitándose las gafas y limpiándose los ojos con pañuelos de papel hasta que el juez Peter Cahill pidió un breve receso.
«Me sentí impotente», dijo McMillian, quien también se enfrentó a Chauvin después del incidente.
JURADO
La sesión matinal del juicio fue brevemente interrumpida cuando un miembro del jurado, formado por nueve mujeres y cinco hombres, pareció indispuesto.
Los fiscales tratan de demostrarle al jurado que Chauvin no tenía ninguna justificación para usar la peligrosa maniobra del cuello con Floyd.
El exagente, que pasó 19 años al servicio de la policía de Minneapolis, fue liberado bajo fianza, y comparece libre al juicio en el que se declara no culpable. Se enfrenta a hasta 40 años de prisión en caso de ser condenado por la acusación más grave, asesinato en segundo grado.
El jurado debe entregar su veredicto hacia el fin de abril o comienzo de mayo.