CIUDAD DE MÉXICO/
Durante la pandemia por Covid-19 se incrementó el consumo de drogas entre la población adulta mayor, incluso con un ritmo mayor al registrado entre las juventudes, concluyó el Informe 2020 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.
“Las personas adultas mayores son más vulnerables a la dependencia de las drogas, y que el consumo en este grupo de edad está aumentando a un ritmo más rápido que entre las juventudes”, explica.
“A pesar de que los datos sobre este fenómeno son escasos, el aumento en el consumo entre adultos mayores parece ser más pronunciado en los países de alto ingreso, e incluye consumidores tanto de inicio temprano como de inicio tardío”, se concluyó en el informe.
Raúl Martín del Campo Sánchez, integrante de la Junta, explicó que los problemas de consumo de sustancia se agravan en este sector de la población, ante el consumo de algún tipo de medicamento controlado, para la atención de diversos padecimientos.
“También tenemos los fenómenos de la poli farmacia, en donde se conjuntan problemas de salud física, con problemas de salud mental, que llevan a que los adultos mayores puedan abusar de medicamentos de prescripción, ya sea para el dolor o para atender algunas de las afecciones mentales”, indicó Martín del Campo.
La presentación del informe se realizó mediante una sesión virtual, con la participación también de Kristian Hölge, el representante de Oficina para el Control de Drogas (UNODC) en México, y del director del Instituto Nacional de Psiquiatría, Eduardo Ángel Madrigal de León, entre otros.
AFECTADOS POR ABANDONO
Carmen Fernández Cáceres, directora de los Centros de Integración Juvenil, explicó que en estos espacios también se comenzó a atender a población adulta mayor, durante la pandemia por Covid-19, ante el incremento en el consumo de alcohol, tabaco, mariguana, cocaína y benzodiacepinas.
La especialista indicó que este sector se ha visto afectado por demasiadas pérdidas durante el último año y, en muchos casos por el abandono de sus familias.
“El 40 por ciento son pensionados, muchos han perdido el empleo, en la pandemia hasta el 75 por ciento se han visto afectados en su empleo, pero también tienen que trabajar muchos de ellos porque no tienen quien los cuide y quien los mantenga… son objeto de violencia, sin duda alguna, en la pandemia se ha visibilizado mucho más, sufren o de violencia o de abandono o de poco cuidado por parte de los familiares, además de los trastornos mentales de deterioro cognitivo”, explicó Fernández Cáceres.