ESTADOS UNIDOS./
Las autoridades sanitarias estadounidenses flexibilizaron el viernes sus directrices contra la pandemia de covid reduciendo a la mitad la distancia de separación recomendada entre alumnos en las aulas, mientras el gobierno presiona para reabrir los centros de enseñanza.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) redujeron la distancia mínima para los alumnos de las escuelas primarias -generalmente de cinco a 11 años- de dos metros a un metro, independientemente del índice de transmisión en la comunidad.
Lo mismo aplica para centros de enseñanza media -de 11 a 13 años- y secundaria -hasta los 17 o 18 años- excepto cuando la transmisión comunitaria sea alta, caso en el que se seguirá aplicando la regla de los dos metros.
Todos los escenarios suponen el uso universal de la mascarilla, y los CDC recomiendan que las actividades se realicen al aire libre o en espacios amplios y bien ventilados.
Se sigue recomendando un espacio de dos metros entre los adultos en las escuelas, así como entre los adultos y los alumnos.
Los CDC publicaron el viernes tres nuevos estudios que en conjunto mostraron que las tasas de transmisión en las escuelas eran bajas, incluso cuando los estudiantes estaban separados por un metro.
El gobierno del presidente Joe Biden está presionando a los estados para que prioricen a los profesores en sus campañas de vacunación, de tal manera que estén inmunizados antes de finales de marzo.
La enseñanza presencial segura da a nuestros niños acceso a servicios sociales y de salud mental fundamentales que los preparan para el futuro, además de la educación que necesitan para tener éxito», dijo la directora de los CDC, Rochelle Walensky.
La alcaldía de Nueva York, el mayor distrito escolar del país con cerca de un millón de alumnos en el sistema de educación pública, anunció que aquellos padres que hayan decidido este año únicamente las clases en línea debido a la pandemia podrán ahora enviar a sus hijos a las clases presenciales.
Resta por ver si a tres meses del final del año escolar, las escuelas y los padres querrán alterar su organización para aprovechar esta flexibilidad